sábado, 14 de febrero de 2009

ENSAYO DE ANALISIS FINANCIERO

Análisis e Interpretación de Estados Financieros

El análisis financiero es una técnica de evaluación del com­por­tamiento operativo de una empresa, diagnóstico de la situación actual y predicción de eventos futuros y que, en consecuencia, se orienta hacia la obtención de objetivos previamente definidos. Por lo tanto, el primer paso en un proceso de ésta naturaleza es definir los objetivos para poder formular, a continuación, los interrogantes y criterios que van a ser satisfechos con los resultados del análisis —que es el tercer paso— a través de diversas técnicas.

El resultado del análisis constituye la base de la estrategia de inversión; se divide en:

v Análisis interno: Realizado a partir de métodos de valoración internos que permiten tener una opinión propia
v Análisis externo: con opiniones de terceros

El analista, ya sea interno o externo, debe tener un conocimiento completo de los Estados Financieros de la empresa (balance general, estado de resultados, estado de variaciones en el capital contable y estado de cambios en la situación financiera). El analista debe ser capaz de imaginarse los departamentos y actividades del negocio cuya situación financiera y progreso en las operaciones se pretende evaluar a través de sus estados financieros. Debe conocer lo que está detrás de los datos monetarios. Para complementar lo que nos dicen los estados financieros se deben tomar en cuenta aquellos recursos de los cuales no hablan estos estados tales como: el recurso humano, la capacidad técnica, tecnología, capacidad administrativa y creatividad del elemento humano.

Se deben tomar en consideración las condiciones cambiantes del medio ambiente económico, político y social dentro del cual existe la empresa, es decir, considerar el macro entorno y estudiar cómo la empresa responde y hace frente a estas condiciones.

El efecto de las variaciones en los niveles de precios debe ser considerado por el analista.

Además debe poner en práctica su sentido común para analizar e interpretar la información, así como para llegar a establecer sus conclusiones acerca de la empresa. El análisis debe efectuarse sobre una base comparativa, de tal forma que se pueda juzgar si la empresa ha mejorado o no. La base de comparación pueden constituirla ejercicios de operación anteriores al que se quiere evaluar y/o estados financieros del mismo ejercicio correspondientes a empresas que existen dentro de la misma rama industrial, comercial o de servicios a la que pertenece la empresa que se analiza.

Para que las comparaciones sean válidas, deben considerarse los efectos de cambios en métodos de contabilización de operaciones que pueden ocurrir de un ejercicio a otro dentro de una empresa. También deben tenerse en cuenta, al comparar dos empresas, las posibles diferencias en métodos, meses que abarca el periodo contable...

Objetivos del Análisis.

Las decisiones de un negocio, tales como comprar o vender, dar crédito o no, dependen de eventos futuros. Los estados financieros representan principalmente registros de transacciones pasadas y los usuarios externos estudian estos estados financieros como evidencia del funcionamiento de un negocio en el pasado, lo cual puede ser útil para predecir el comportamiento futuro de éste. La administración de una empresa es responsable de obtener las mayores utilidades posibles para lograr el mayor rendimiento sobre los recursos invertidos en la misma, del mismo modo es responsable de cumplir con sus obligaciones y conducir a la empresa de acuerdo con los objetivos establecidos.

Al observar el funcionamiento pasado de la empresa y su situación presente, los analistas financieros desean satisfacer principalmente dos dudas:

1. ¿Cuál es la rentabilidad de la empresa?
2. ¿Está la compañía en buena condición financiera?

Rentabilidad.

Al hablar de medir la rentabilidad en una empresa se entiende que se quiere evaluar la cifra de utilidades logradas en relación con la inversión que las originó. En realidad la rentabilidad puede medirse a tres niveles de utilidad y a tres niveles de inversión.

La primera medida de rentabilidad existe en relación con la inversión total en activos operativos y la utilidad de operación; la segunda existe en relación con la inversión total en activos y las utilidades generadas por la totalidad de ellos, y la tercera existe en relación con la inversión hecha por los accionistas y la utilidad que les genera su inversión una vez que se han cubierto tanto los gastos de operación como los de financiamiento.

Rentabilidad de los activos. Medir la rentabilidad de un negocio consiste en relacionar la cifra de las utilidades logradas en un ejercicio con la de los activos utilizados para generarlas. La medición de la rentabilidad se hace en términos de estas dos cifras, porque desde que un negocio es creado se tiene como objetivo, entre otros, el de generar utilidades, y los activos que una empresa posee son el medio con el que se logrará este objetivo. Sin embargo, por el mero hecho de tener activos no se garantiza la generación de utilidades

Rentabilidad del capital. Nuevamente, para medir la rentabilidad del capital, un indicador muy importante es el de las ventas logradas en el ejercicio. Esta relación se hace en realidad entre las ventas y los activos que han sido financiados con el capital de los accionistas y mientras más alta sea la relación, mayores serán las probabilidades de que el rendimiento de los accionistas sea más alto.

Adicionalmente al aspecto de las ventas, es necesario considerar las utilidades que se generan para el accionista común. La cifra de utilidad neta es la que corresponde al accionista, ya que hasta que han sido cubiertos tanto los costos y gastos de operación como los de financiamiento, es cuando se puede hablar de utilidades para el capital invertido por los socios.

Solvencia. La solvencia tiene que ver con la capacidad de la empresa para cumplir con sus compromisos de largo plazo. En realidad es un concepto más amplio pues abarca también la posibilidad de aprovechar oportunidades y hacer frente a situaciones de crisis. El largo plazo está influido por la calidad de los cortos plazos que experimente la empresa.

La fuerza y potencia financiera que se espera tenga la empresa dependen de la forma en que son generados ambos, el flujo de efectivo (liquidez) y la rentabilidad (utilidades). Debe existir, dependiendo de la empresa, cierto equilibrio entre liquidez y rentabilidad. Este equilibrio dependerá de que las estructuras de activos (costos fijos y variables) y de capital (mezcla de pasivos y capital) sean elegidas de acuerdo con las posibilidades que tiene la empresa de generar ventas.

El análisis de los estados financieros comprende un estudio de ciertas relaciones y de ciertas tendencias que permitan determinar si la situación financiera, los resultados de operación y el progreso económico de la empresa son satisfactorios o no.

Los métodos y técnicas de análisis se utilizan para determinar y medir tanto las relaciones entre diferentes partidas de los estados financieros de un ejercicio, como los cambios que han tenido lugar en esas partidas a través del tiempo.

El objetivo de los métodos y técnicas de análisis financiero es simplificar los datos que se examinan y expresarlos en términos más fácilmente comprensibles.

El analista debe organizar la información, aplicar los métodos y técnicas de análisis y, finalmente, analizar e interpretar los datos para emitir una opinión acerca de la situación financiera, resultados de operación y flujo de efectivo de la empresa. La opinión que emita el analista deberá estar basada en información cualitativa y cuantitativa.

La información financiera cuantitativa contenida en los estados financieros que se vayan a analizar, deberá estar expresada en pesos de poder adquisitivo del último ejercicio de operaciones del cual se tenga información.

Revisión y Reconstrucción de los Estados Financieros.

La clasificación de las partidas de los estados financieros puede variar de una empresa a otra. El analista de estados financieros debe revisar, reorganizar y reconstruir la información de acuerdo con sus necesidades antes de proceder al cálculo de razones, estados comparativos, etcétera.

Métodos y Técnicas de Análisis.

Los métodos y técnicas de análisis de los estados financieros pueden ser usados por el analista externo a fin de determinar la conveniencia de invertir en una empresa o extender un crédito a la misma. El analista interno, por su parte, puede usarlos para determinar la eficiencia de la administración y de las operaciones, para explicar los cambios en la situación financiera y para medir el progreso comparado contra lo que se había planeado y establecer controles.

El analista, ya sea interno o externo, se interesa en la capacidad de generar utilidades o productividad de la empresa, así como por conocer la fortaleza o debilidad financiera de la misma.

Se entiende por fortaleza financiera la capacidad de una empresa para cumplir con los compromisos y obligaciones que tiene con sus acreedores, así como las posibilidades que tiene de aprovechar oportunidades tanto en condiciones favorables como desfavorables que pueden presentarse en el futuro. La fortaleza financiera debe estudiarse desde el punto de vista del de corto y del largo plazo.

Cuando se analizan los estados financieros de varios años, las medidas analíticas que se emplean son llamadas "Medidas o razones horizontales", este análisis involucra datos de año en año. Por otro lado, cuando se analizan los datos de un solo ejercicio, las medidas analíticas empleadas se conocen como "Medidas y razones verticales" o" Análisis vertical".

Los estados comparativos son útiles para el analista porque contienen no sólo los datos que aparecen en los estados financieros individuales sino también la información necesaria para el estudio de las tendencias a lo largo de un cierto número de años.

Cuando los estados comparativos son preparados para periodos mensuales o trimestrales, pueden hacerse comparaciones con el mes o trimestre correspondiente del ejercicio o ejercicios anteriores. Debe tenerse siempre en mente que para que las comparaciones no pierdan su valor y no resulten engañosas, los datos que se comparan deben reflejar la aplicación consistente, de un periodo a otro, de los principios y reglas particulares de la contabilidad.

Análisis e Interpretación.

Cuando se han terminado de calcular los cambios en cifras o en porcentajes se seleccionan, para su estudio, aquellas partidas que muestran cambios más importantes o significativos. El analista debe considerar estos cambios individualmente o en conjunto dependiendo de si éstos se encuentran relacionados o no, con el fin de determinar las razones o causas de estas variaciones y si son favorables o no.